La flotabilidad neutra en el buceo (parte 1)

Si tuviéramos que nombrar las 3 bases del buceo lo tendríamos claro: la flotabilidad, el trim (posición en el agua) y la propulsión (aleteos).

Hoy hablaremos de la primera de ellas: la flotabilidad.

principio de arquímedes

Cuando empezamos a bucear, una de las técnicas más complicadas a dominar y la que más trabajamos en los cursos de iniciación de nuestros alumnos, es el control de la flotabilidad.

Un buen control de flotabilidad nos permite bucear de forma segura, controlando en todo momento la profundidad en la que nos encontramos, la velocidad de nuestros ascensos y descensos y nos permite preservar de una forma consciente el medio que nos rodea, sin impactar encima de delicados corales ni levantar sedimento para preservar la visibilidad.

Lo primero que tenemos que entender es que existen 3 tipos de flotabilidad: la positiva, la negativa y la neutra.

Durante un buceo, nuestro principal objetivo es la flotabilidad neutra, que nos permitirá ascender y descender pequeñas distancias con el uso de nuestros pulmones y flotar inmóviles sin necesidad de usar las manos ni aletear.

 

Factores que afectan a la flotabilidad

La flotabilidad durante un buceo no es algo estático sino que se debe ir ajustando durante todo el buceo y depende de diversos factores como:

  • El traje isotérmico que usemos en ese buceo
  • La profundidad en la que nos encontremos en cada momento
  • El lastre
  • La botella que usemos: material y tamaño
  • La respiración

Veamos, punto por punto, lo que hemos comentado:

 

El traje

El grosor y el tipo de nuestro traje determinará, entre otros factores como el peso de la persona, su masa muscular, experiencia, etc, los kilos de flotabilidad positiva que deberemos compensar con nuestro lastre. Un traje seco nos obligará al uso de más lastre que un traje húmedo y un traje húmedo de mayor grosor también nos hará llevar algunos kilos más que un traje de menor grosor. Pero eso no es estático, tenemos que entender que, durante el buceo, a mayor profundidad, más se comprimirá nuestro neopreno y más flotabilidad perderá, y, por supuesto, viceversa. Por otro lado, cuantas más inmersiones lleve nuestro traje menor flotabilidad tendrá. En cada inmersión nuestro neopreno se llena de pequeñas burbujas de aire que, con el tiempo, generan una pérdida de elasticidad en el traje y colapsan poco a poco el tejido. Es muy importante conocer el lastre que necesitamos con los diferentes trajes que llevamos según la época del año.

trajes-buceo

 

La profundidad

Como ya hemos visto en el punto anterior, a mayor profundidad mayor compresión del neopreno y del aire que se encuentra en nuestro BCD o chaleco de flotabilidad. Esto sucede ya que, como bien sabéis todos, a mayor profundidad mayor presión encontramos. Es muy importante tener un control de nuestro cuerpo en el espacio mientras buceamos y ser conscientes y “sentir” si necesitamos añadir o quitar aire a nuestro chaleco con cada cambio sustancial de profundidad. Eso no significa estar todo el buceo quitando y poniendo aire sino hacer pequeños ajustes que nos permitan modular pequeñas distancias con nuestros pulmones y con nuestras respiraciones.

profundidad y presión

El lastre

Empezaremos este punto con una reflexión para algunos de nuestros compañeros instructores que lastran a sus alumnos de open water hasta la médula para mantenerlos de rodillas en el suelo practicando ejercicios. Compañeros, no buceamos de rodillas ni arrastrados por el suelo ni ayudamos al aprendizaje de nuestros alumnos con una carga excesiva de lastre ya que acaban el Open Water con un trim a lo “caballito de mar”. Hacemos este inciso porque estamos cansados de ver a buceadores principiantes con su título de open water en mano, que vienen a bucear con unas cantidades de lastre indecentes, que agotan las existencias de plomos de cualquier centro de buceo, las existencias del aire de sus botellas y no permiten al buceador mejorar su control de flotabilidad.

Dicho esto, el lastre que necesitamos para contrarrestar nuestra flotabilidad positiva lo determinaremos en una parada a 3 metros de profundidad (que simulará nuestra parada de seguridad), con la botella casi vacía de aire y respirando de manera normal. No necesitamos más lastre que ese para mantenernos bajo el agua con tranquilidad, el resto, lo podemos controlar con nuestro tipo de respiración, punto que trataremos más adelante.

latre

Viendo que estamos más a punto de publicar un libro que una entrada en un blog, dejaremos los dos puntos que nos faltan por comentar para la siguiente entrada: flotabilidad (parte 2).

Esperamos vuestras opiniones, ¿es fácil controlar la flotabilidad en el buceo?

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